Cada año se diagnostican casi 10 millones de casos nuevos de demencia, resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro.
La forma más común es la enfermedad de Alzheimer (60-70% de los casos). En segundo lugar, se encuentra la demencia por cuerpos de Lewy, caracterizada por un depósito cerebral anómalo de proteína α-sinucleína, que forma agregados conocidos como cuerpos de Lewy. Estos también pueden aparecer en la enfermedad de Parkinson.
¿Una vacuna que protege de la demencia?
Recientemente se ha encontrado una posible relación entre la vacunación frente al herpes zóster en adultos y una disminución del 20% del riesgo de desarrollar demencia en los años posteriores, según un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature. El efecto fue más pronunciado en mujeres.
Existen muchos tipos de vacunas, que varían según:
- La forma en que responde el sistema inmune
- Quién necesita vacunarse
- La tecnología para cada caso
Las cuatro categorías principales de vacunas son:
- Vacunas vivas atenuadas
- Vacunas inactivadas
- Vacunas recombinantes
- Vacunas con toxoides
Las vacunas recombinantes utilizan técnicas de ingeniería genética para producir antígenos específicos, es decir, sustancias que el sistema inmune reconoce como extrañas y que desencadenan una respuesta de defensa, y lo estimulan.
En el estudio de la vacuna recombinante contra el herpes zóster, se analizaron alrededor de 280,000 personas que recibieron una vacuna recombinante. Durante los seis años posteriores a la vacunación, se observó una asociación con un menor riesgo de desarrollar demencia.
Se cree que la vacuna reduce la neuroinflamación al evitar la reactivación del virus en el sistema nervioso.
¿Podría esta vacuna convertirse en una esperanza real para la prevención de la demencia?
¿Qué más podemos hacer para prevenir la demencia?
En los últimos años han surgido múltiples terapias de estimulación cognitiva para prevenir el desarrollo de demencias. Estas actividades trabajan diferentes áreas del cerebro y del cuerpo.
Algunas actividades recomendadas incluyen:
- Musicoterapia
- Fisioterapia
- Estimulación cognitiva
- Animación sociocultural
Además, se considera fundamental el uso de tratamientos farmacológicos, como:
- Inhibidores de la colinesterasa (Donepezilo, Rivastigmina, Galantamina)
- Antagonistas del receptor NMDA (Memantina)
- Medicación para síntomas conductuales y psicológicos (antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos)
También existen suplementos dietéticos útiles, ya que la formación de sinapsis —clave para la comunicación cerebral— depende de la disponibilidad de nutrientes como ácidos grasos omega 3, vitaminas del grupo B, vitamina C, E y selenio.
En algunos casos, ciertos medicamentos pueden causar pérdida de memoria como efecto adverso, como los hipnóticos, ansiolíticos o antidepresivos. Por eso, es importante realizar una revisión del tratamiento para optimizar su uso y minimizar riesgos.
Nuestro compromiso con tu salud mental
La vacuna recombinante frente al herpes zóster representa una nueva esperanza en la prevención de la demencia, aunque se requerirá mucho esfuerzo de investigación para confirmar su eficacia y evaluar si la relación beneficio/riesgo inclina la balanza en positivo.
En nuestra farmacia queremos aportar nuestro granito de arena en la prevención y tratamiento de las demencias. Por ello, organizamos talleres de salud mental, especialmente útiles para personas que comienzan a experimentar síntomas como la pérdida de memoria.
Si estás interesado en participar en alguno de nuestros talleres, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y reservar tu plaza.Te atenderemos encantados, con la ilusión del primer día y la experiencia de más de 25 años.